¿Cuántos versos te tengo que dedicar?
para que me des una sonrisa fugaz
¿cuantas esculturas te tengo que tallar?
para que yo reconocerte como deidad.
En Atenas yo una vez erigí un templo
en tierras baldías, tierras de orfandad
y una estatua tuya que a todos fascinaría
cubierta de mármol de mucha calidad
Dulce olor a cítrico tu desprendes de tu boca
de la belleza eres la única y perfecta alegoría
llena mi olfato con tu olor a costa y sal marina
tu me haces querer abandonar mi hegemonía
Musa mía, delicada y tranquila
me muestras que no eres fría
y que nosotros al final del día
conectamos con la astrología.
Detalle de imagen:
Templo de Venus en el palacio de Linderhorf (Baviera, Alemania)